—Este postre es de
inspiración japonesa, diferente por su textura y sabor. El vapor le confiere
una textura esponjosa, que por mucho que pasen los días no la pierde. Es poco
dulce, y eso hace que los sabores se puedan diferenciar. En casa ha sido un
éxito, ¡lo probaremos con otras combinaciones de frutas!—
Tais Vidal
INGREDIENTES
1 boniato · 2 c/s de azúcar blanco · 50 g de panela ·
1 yema de huevo · 2 c/c de aceite de girasol · 5 c/s de leche · 120 g de harina
· 1 c/c de levadura química · agua
ELABORACIÓN
1 Pelar el boniato y cortarlo en dados de 1 o 2 cm. Ponerlo en
una olla, verter agua hasta que lo cubra, y añadir el azúcar blanco. Llevarlo a
ebullición hasta que el boniato se ablande, más o menos 15 minutos.
2 En un bol, añadir la yema de huevo y el aceite, y con un
batidor de varillas mezclar bien. Sin dejar de remover, incorporar la leche,
luego la panela, la harina y la levadura. Integrar bien la mezcla de manera que
no queden grumos.
3 Escurrir los boniatos, y añadir la mitad a la preparación
anterior. Mezclar muy bien.
4 Forrar la vaporera con papel de horno, y verter la masa
encima, ayudándonos con una espátula. Incorporar los trozos de boniato restante
encima de la masa.
5 Cocer al vapor el bizcocho durante 15 minutos
aproximadamente, a fuego alto. Dejar reposar antes de servir.
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